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PRIMERA PARTE

Hace dos años decenas de inmigrantes peruanos fueron detenidos por vivir hacinadosen varias casas de Long Island. El caso se lo resolvió con ayuda de la organización Caridades Católicas. Una de las abogadas que ayudó a estas personas para ‘que obtuvieran su visa de residencia fue la abogada Carmelia Taylor.

Ella trabajaba como voluntaria en esta organización. Uno de sus principios como abogada de inmigraciónha sido luchar para que las personas indocumentadas regularicen su estatus migratorio en este país y produce en Estados Unidos. Desde el mes de septiembre se ha dedicado a defender a las personas detenidas en la redadas masivas que emprendió la oficina de inmigración en sectores específicos de Long Island, especialmente en comunidades con mayoría Hispania.

La abogada Taylor ha emprendido su trabajo para evitar la deportación da las personas detenidas y pone en práctica sus conocimientos adquiridos desde que se graduó en VanderbiltUniversity, en Nashville, Tennessee. Su pasión por defender a los inmigrantes se origina cuando veía a sus familiares sin documentos en un país conformado por inmigrantes. Ella se hizo abogada para defenderles a ellos y a sus clientes. Carmelia Taylor es la primera ciudadana norteamerciana de su famila.

Ella nació en el Estado de Nueva York y vivió dos años en Barbados de donde es originaria su familia materna. La trayectoria profesional de la abogada Taylor le ha servido para resolver casos difíciles de inmigración. Trabajó en, varios despachos de abogados, compañías y realizo trabajos voluntarios en varias organizaciones para aprender sobre casos de inmigración. Trabajó en una oficina que atendía a clientes salvadoreños y guatemaltecos. Más tarde laboró en la ciudad de Manhattan con personas dominicanas y sudamericanas, Ahora tiene su propio despacho. Entre sus habilidades está el hablar fluidamente el español. Io que le sirve para comunicarse directamente con sus clientes hispanos. Nueva América invita a sus lectores a conocer parte de la interesante vida de una abogada que ha decidido hacer respetar los principios constitucionales de personas extranjeras que viven y trabajan en los Estados Unidos.

PARTE I

En una mañana lluviosa acudimos al despacho de la abogada Taylor. Tras una breve conversación dimos inicio a esta entrevista.

Nueva América: Gracias por recibirnos abogada Taylor dónde nació usted?

Carmelia Taylor: Yo nací en Nueva York. Mi papá es de Senegal y mi mamá es de Barbados. Yo crecí en Barbados desde los tres hasta los cinco años de edad. Una vez que regresé crecí en Nueva York.

N.A. Guarda recuerdos de su vida en Barbados?

C.T.: Si, yo guardo muchos recuerdos. La imagen que tengo es el clima, la gente yo podía recomerla isla sin problemas, conocía a las personas. Cuando tenía cuatro años iba sola a visitar a mis vecinos. Me acuerdo de los árboles de mangos, aguacate, o el árbol de la fruta de pan y de los monos colgados de los árboles. Todos esos son lindos recuerdos.

N.A.: ¿Le costó mucho adaptarse a vida de la ciudad una vez que volvió a Nueva York?

C.T.: No mucho porque vine a Long Island. Yo vivía en Wantagh y fui a la escuela en este sector.

N.A.: Usted habla español muy fluido, dónde lo aprendió?

C.T.: Aprendí en la escuela. Tomaba clases en highschool y un poco en la universidad. Más tarde lo practiqué y lo sigo practicando cori mis clientes. Con ellos puedo comunícame sin problemas.

N.A.: ¿Siempre quiso ser una abogada?

C.T.: Antes quería una doctora, pero no me gustaban mucho las ciencias, Cuando estaba en el grado once, tomé clases sobre simulaciones de una corte de justicia. Estas actividades las torníbamos luego de clases y luego competíamos contra otras escuelas. Fue en ese tiempo que yo supe que quería ser una abogada. Yo siempre asumía el papel de defensora de inmigrantes.

N.A.: ¿Tenía alguna razón para asumir el papel de defensora de inmigrantes?

C.T.: Yo tenía mi familia que vivía en este y era inmigrante. Yo era primera persona en mi familia que había nacido aquí. En esa época yo tenía familia que era indocumentada. Entonces uno de mis propósitos era sentido y a otras personas que se encontraban en esta situación.

N.A.: ¿Dónde obtuvo su titilo de abogada?

C.T.: Yo asistí a BenningtonUniversity y después fui a VanderbiltUniversity, que es una de las más reconocidas y prestigiosas universidades en Nashville, Tennessee.

N.A.: ¿Cuáles fueron sus primeras experiencias una vez que se convirtió en una abogada?

C.T.: Yo trabajé en varios despachos de abogados, compañías, y realicé trabajos voluntarios en varias organizaciones para aprender de inmigración y luego trabajé en una oficina que atendía a clientes salvadoreños y guatemaltecos. Más tarde trabajé en la ciudad de Manhattan con personas dominicanas y sudamericanas. Después trabajé con Caridades Católicas en Long Island y ahora tengo mi propio despacho.

N.A.: ¿Qué tipo de casos son los más frecuentes cuando se trabaja en una organización como Caridades Católicas?

C.T.: Seatiende mucho lo que es TPS y también casos de personas que están en proceso de deportación.

N.A.: ¿Tiene alguna experiencia especial mientras trabajó en esa organización?

C.T.: Yo ayudé a conseguir visas para un grupo de peruanos que fueron encontrados en varias casas en calidad de esclavos. Este fue un proceso que lo inicié y trabajé en estos casos con la mayoría de las personas detenidas.

N.A.: Usted se especializa en inmigración, se han incrementado los casos?

C.T.: Enestos meses estoy enfocada en los casos de las personas que fueron detenidas en redadas a fines de septiembre y principios de octubre. Yo ayudo a la gente al darle a conocer sus derechos, porque migración llegaba a las casas y detenían a la gente y ellos no sabían que tenían derechos. Las personas detenidas no deben pensar que una vez detenidas deben salir del país, ellas pueden luchar para conseguir quedarse. Esta lucha se emprende siempre junto con su abogados.

N.A.: Existen personas que dicen que hubo detenciones irregulares.

C.T.: Cuando inmigración viene a su casa, ellos deben mostrarle una orden para entrar a su casa y el dueño de la casa no tiene que dejarles pasar sin una orden de entrar. Este derecho de no dejar pasar a alguien si no muestra una orden es un derecho constitucional. Cuan-do los agentes de inmigración que entran a una casa sin una orden y detienen a otras personas que están ilegales, se están yendo en contra de la constitución.

N.A.: ¿Es un proceso difícil defender a estas personas?

C.T.: Cada caso es individual. Pero lo que hay que tomar en cuenta es que migración y muchas de esas personas quieren irse sin luchar por su caso.

N.A.: Qué posibilidades tiene una persona de ganar un caso, de qué depende?

C.T.: Existen varias alternativas. Se puede demostrar que la conducta de los oficiales de inmigración fue inconstitucional al entrar en una casa sin una orden. En otros casos depende de los jueces de migración y el abogado debe tratar de evitar la deportación.

N.A.: A qué se puede atribuir que los agentes de inmigración a pesar de conocer la ley, en varios casos actúen contra la Constitución?

 C.T.: Creo que los agentes no tienen mucho entrenamiento para realizar estos procedimientos de detenciones. Las redadas son nuevas y en muchos casos no saben corno deben conducirse. Pero hay veces que acnían con excesos y nadie denuncia y eso les fortalece.

N.A.: Aquí cabe un llamado para estas personas, que no abandonen la esperanza.

C.T.: Los familiares o los amigos deben tratar porque es un mensaje a inmigración de que nosotros vamos a quedar callados. Tengo un caso que me molesta y es que un cliente salió de un restaurante y en el parqueadero le pidieron los documentos de identidad solo por su apariencia de hispano.

PARTE II

La abogada Carmelia Taylor nació en Nueva York. Ella es hija de inmigrantes y durante su vida sufrió al ver a sus familiares que no podían desarrollarse por carecer de documentos. Por esta razón decidió convertirse en una abogada, especializada en inmigración. Durante varios años se fue involucrando en la ayuda a indocumentados y uno de sus mejores momentos profesionales llegó cuando colaboró con la organización Caridades Católicas, al con seguir visas humanitarias para decenas de ciudadanos peruanos que vivian en calidad de esclavos en varias casas de Long Island. La abogada Taylor ha estado muy cerca de las personas que fueron detenidas durante redadas de agentes de inmigración y ha colaborado para conseguir que no sean deportados en la mayoría de los casos. En esta segunda parte de la entrevista, retomamos

veces que yo trabajo los siete días a la semana y si no estoy trabajando en la oficina yo debo llevar a mi hijo a sus actividades escolares.

N.A.: ¿Cuáles son sus pasatiempos favoritos?

C.T.: Me gusta cocinar todo tipo de comida. Me gusta preparar platos italianos, pero también disfruto al cocinar todo tipo de platos. Me gusta viajar a todas partes del mundo. Yo impartía clases de inmigración en una escuela de El Bronx y esto me agradaba mucho. Me gusta leer y de vez en cuando voy al cine a mirar una buena película. Todo depende del tiempo que encuentre disponible para mi.

N.A.: ¿Realiza actividades con organizaciones comunitarias?

C.T.: Yo estoy envuelta en algunas organizaciones en favor de la comunidad, pero lo hago de manera indirecta. Me gusta colaborar en lo que puedo y si es el caso doy a cococer temas que tienen que ver con inmigración

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